El presidente de Pauny, Raúl Giai Levra, consideró que el año 2009 fue relativamente bueno para la empresa, a pesar de que los números finales mostraron una caída de un 5 % en la producción respecto a 2008. En diálogo con Nosotros, el ejecutivo admitió que el primer trimestre del año pasado fue muy duro porque se acababan las operaciones que habían cerrado con anterioridad, pero indicó que una vez concretada la operación con Venezuela la historia cambió. “A partir de ese momento hubo trabajo en firme con un volumen adicional de unos 42 tractores mensuales en promedio” subrayó. Además, recordó que desde julio aparecieron los créditos del Banco Nación a tasa subsidiada, lo que animó a los productores a invertir y movilizar el mercado.
En otro tramo de la nota y al ser consultado acerca de cómo es posible conducir una empresa de esta magnitud en un país como la Argentina, Giai Levra reconoció la dificultad de manejar una industria con mas de 400 dependientes, pero afirmó que reducir el personal o la jornada laboral es una decisión que les cuesta tomar. Al respecto, recordó: “el año 2008 tuvo un costo financiero altísimo para nosotros porque sostuvimos toda la gente, nos pudimos haber retrasado en algún pago pero siempre pagamos todo. No suspendimos ni despedimos a nadie porque sabíamos lo que era venir de una situación muy difícil”.
Al referirse a la situación de país, el directivo expresó que, en una actividad como la que ellos desempeñan, se necesita al menos un año y medio de proyección pero en Argentina a veces cambian las reglas de juego. “A ello hay que agregarle que una fábrica como esta tiene la particularidad de que disputa el mercado con multinacionales, por lo que la problemática es diferente a la de cualquier otra fábrica de maquinaria agrícola” explicó.
En cuanto a la medida en que la presencia de un gigante como Brasil al lado afecta a la firma de tractores varillense, Giai Levra aseveró que hoy Brasil es el competidor directo de Pauny ya que todas las fábricas de tractores están allí. Por eso, en el segundo semestre de 2010, el plan es intentar ingresar en ese mercado, que es de unos 50 mil tractores anuales, frente a los 3800 que se venden en Argentina. Sin embargo, desde la empresa local son concientes de que, para entrar, hay que tener “una pata allá o encontrar un socio que te lleve”. En tanto, es posible que en marzo comiencen a hacerse demostraciones en ingenios azucareros de aquel país.
Otro tema importante pasa por las perspectivas para 2010, mas allá de los planes respecto a Brasil. Al respecto, el presidente de Pauny adelantó que está previsto empezar a trabajar con motores electrónicos y lanzar, a fines de febrero, la pala y retro para el sector vial.
En relación al futuro inmediato de la empresa, Giai Levra reconoció que mantener todos los puestos de trabajo actualmente existentes durante el resto del año “es algo que uno quisiera asegurar, pero las variables cambian”. “Hoy tenemos dos meses de trabajo asegurados y con expectativas de que sea un buen año. Pero nadie puede garantizar nada, es un trabajo diario y cuesta que nos entiendan” puntualizó. Precisamente, contó que cuando trabajan con proveedores que son multinacionales, a veces les piden programas a cinco años, y admitió que es complicado hacerles entender que no es fácil saber qué pasará mañana. Sobre los acuerdos futuros con Venezuela, el directivo vaticinó que esperan cerrar un buen contrato con ese estado para este año, lo que les podría asegurar el 50 % de la producción anual.
Al ser consultado acerca de cuál es la meta de una empresa como Pauny, Giai Levra consideró que la misma “es chica para algunas cosas y grande para otras”. No obstante, opinó que volver atrás es imposible, e indicó que tienen que establecer lazos que puedan internacionalizarla. “Podremos crecer si logramos asegurar una exportación de un 50 % de la producción” remarcó.
Por último, Giai Levra recordó que Pauny es una empresa nueva, que arrancó sin capital y a la que le cuesta hacer una diferencia para estar tranquilos. A ello se le debe sumar que todos los días hay que hacer una inversión nueva. “Fabricamos un elemento que se cambia y perfecciona permanentemente y para competir con empresas multinacionales eso requiere una inversión permanente” concluyó.-
En otro tramo de la nota y al ser consultado acerca de cómo es posible conducir una empresa de esta magnitud en un país como la Argentina, Giai Levra reconoció la dificultad de manejar una industria con mas de 400 dependientes, pero afirmó que reducir el personal o la jornada laboral es una decisión que les cuesta tomar. Al respecto, recordó: “el año 2008 tuvo un costo financiero altísimo para nosotros porque sostuvimos toda la gente, nos pudimos haber retrasado en algún pago pero siempre pagamos todo. No suspendimos ni despedimos a nadie porque sabíamos lo que era venir de una situación muy difícil”.
Al referirse a la situación de país, el directivo expresó que, en una actividad como la que ellos desempeñan, se necesita al menos un año y medio de proyección pero en Argentina a veces cambian las reglas de juego. “A ello hay que agregarle que una fábrica como esta tiene la particularidad de que disputa el mercado con multinacionales, por lo que la problemática es diferente a la de cualquier otra fábrica de maquinaria agrícola” explicó.
En cuanto a la medida en que la presencia de un gigante como Brasil al lado afecta a la firma de tractores varillense, Giai Levra aseveró que hoy Brasil es el competidor directo de Pauny ya que todas las fábricas de tractores están allí. Por eso, en el segundo semestre de 2010, el plan es intentar ingresar en ese mercado, que es de unos 50 mil tractores anuales, frente a los 3800 que se venden en Argentina. Sin embargo, desde la empresa local son concientes de que, para entrar, hay que tener “una pata allá o encontrar un socio que te lleve”. En tanto, es posible que en marzo comiencen a hacerse demostraciones en ingenios azucareros de aquel país.
Otro tema importante pasa por las perspectivas para 2010, mas allá de los planes respecto a Brasil. Al respecto, el presidente de Pauny adelantó que está previsto empezar a trabajar con motores electrónicos y lanzar, a fines de febrero, la pala y retro para el sector vial.
En relación al futuro inmediato de la empresa, Giai Levra reconoció que mantener todos los puestos de trabajo actualmente existentes durante el resto del año “es algo que uno quisiera asegurar, pero las variables cambian”. “Hoy tenemos dos meses de trabajo asegurados y con expectativas de que sea un buen año. Pero nadie puede garantizar nada, es un trabajo diario y cuesta que nos entiendan” puntualizó. Precisamente, contó que cuando trabajan con proveedores que son multinacionales, a veces les piden programas a cinco años, y admitió que es complicado hacerles entender que no es fácil saber qué pasará mañana. Sobre los acuerdos futuros con Venezuela, el directivo vaticinó que esperan cerrar un buen contrato con ese estado para este año, lo que les podría asegurar el 50 % de la producción anual.
Al ser consultado acerca de cuál es la meta de una empresa como Pauny, Giai Levra consideró que la misma “es chica para algunas cosas y grande para otras”. No obstante, opinó que volver atrás es imposible, e indicó que tienen que establecer lazos que puedan internacionalizarla. “Podremos crecer si logramos asegurar una exportación de un 50 % de la producción” remarcó.
Por último, Giai Levra recordó que Pauny es una empresa nueva, que arrancó sin capital y a la que le cuesta hacer una diferencia para estar tranquilos. A ello se le debe sumar que todos los días hay que hacer una inversión nueva. “Fabricamos un elemento que se cambia y perfecciona permanentemente y para competir con empresas multinacionales eso requiere una inversión permanente” concluyó.-