Falta un año y medio para las elecciones en la que se renovarán las autoridades varillenses y aun no hay certeza acerca de quiénes serán los candidatos de las principales fuerzas políticas. Daniel Chiocarello fue el único que adelantó, en una entrevista que mantuvo con este medio hace casi dos meses, que será candidato y que espera que, si no hay consenso dentro del Partido Justicialista, le den la posibilidad de disputar una interna para dirimir postulaciones. Pero nada más. Tanto en el radicalismo como en el justicialismo hay muchas más especulaciones que confirmaciones.
Es probable que la mayoría de los vecinos de la ciudad esté más preocupada por problemas cotidianos aun no resueltos como el estado de las calles, los desagües, la iluminación u otros. Pero ello no quiere decir que empezar a pensar quién se hará cargo del municipio desde el 10 de diciembre de 2011 sea menos relevante. El dirigente que quede al frente del ejecutivo en nuestra ciudad determinará la convalidación del rumbo que emprendió la actual gestión o su modificación, parcial o total. Aunque para poder determinar quién será el más opositor, quién será un opositor moderado y quién el candidato del oficialismo falta mucho, los tres puntos de vista acerca de la actual administración ya existen. Sin ser demasiado precisos, se puede interpretar que hay un sector del justicialismo que es oposición neta, otro sector de ese partido y un espacio dentro de la UCR que están moderadamente en contra y un tercer sector que representa al oficialismo.
A ello hay que agregarle que dentro de la coalición que gobierna Las Varillas existen varios partidos cuya permanencia en la misma es una incógnita. Algunos dirigentes del juecismo, por ejemplo, ya enviaron algunas señales de que podrían intentar ir con candidato propio el año próximo. En el Frente Social Más por Las Varillas este es un dato no menor si se tiene en cuenta que el Frente Cívico de Luis Juez fue claramente la segunda fuerza en nuestra ciudad en las elecciones provinciales de 2007 y en los comicios donde se votaron senadores y diputados nacionales llevados a cabo en junio de 2009. Sin embargo, en este tema tampoco está demasiado claro si esos votos son de Juez o del juecismo local.
Si hacemos un repaso de todo lo anterior, queda claro que el escenario político que hoy se presenta en Las Varillas de cara al 2011 es de dispersión. Los sectores en los que se podría dividir el electorado serían: lo que quede del actual oficialismo, el peronismo más crítico, el peronismo más moderado, el radicalismo “disidente”, eventualmente el juecismo con candidato propio y, por qué no, la aparición de alguna nueva fuerza puramente local o que traslade a nuestra ciudad algún nuevo espacio provincial o nacional.
Por si fuera poco, el año que viene no se dirimirá solamente la cuestión local sino que además se elegirá Gobernador de la Provincia y Presidente de la Nación. También será un elemento a tener en cuenta el “efecto arrastre” que los cargos más importantes puedan tener en los más bajos. O si, por el contrario, los varillenses dividiremos nuestro voto y discriminaremos claramente a qué candidato elegir para cada nivel de gobierno. Es en este contexto en el cual la fecha en la que se realice la elección local adquiere singular importancia aunque –recordemos- está limitada por la Carta Orgánica.
Es por eso que, si consideramos todos estos aspectos, nada está dicho acerca de lo que pueda ocurrir dentro de un año y medio. Puede suceder que se vayan tejiendo alianzas y logrando acuerdos y así queden sólo dos candidatos a la Intendencia, como viene pasando en las últimas elecciones locales. O puede darse que los varillenses tengamos varias opciones para elegir al nuevo jefe comunal. Si esta última hipótesis se confirma, la de la dispersión, no sería descabellado comenzar a analizar puntos de contacto con el escenario que se presenta a nivel nacional donde, ante tanta oferta opositora, es posible que el oficialismo termine sacando ventajas.
Sin embargo, todas son conjeturas y la realidad será la que proporcione las respuestas a algunas de estas preguntas. En política, hacer análisis de lo que puede llegar a ocurrir es interesante pero a la vez riesgoso. Sobre todo en Argentina donde las reglas y las condiciones pueden cambiar de la noche a la mañana.-